27 marzo 2012

La Capilla Sixtina de las galaxias se puede admirar esta primavera

La "Cara de Persona" es una zona
del cúmulo galáctico de Virgo
Era una noche fría, sin Luna y el cielo estaba completamente oscuro, abriéndonos un gran ventanal hacia el Universo más escondido e impresionante, mostrándonos lugares llenos de semillas de luz, situados a distancias nada fáciles de entender por nuestro cerebro. La calidad del cielo en la Sierra del  Montsec, una cordillera calcárea de unos 40 km de largo, en la provincia catalana de Lleida/España, es bien conocido, siendo el último reducto de toda la geografía catalana, que mantiene unas condiciones de cielo idóneas para la observación astronómica. Esta cordillera, cercana al pueblo de  Áger, está protegida de los frentes atlánticos por los Pirineos y está suficientemente alejada de la costa mediterránea para que no lleguen temporales de levante. Precisamente, es allí, al pie del Centro de Observación del Universo, donde se han instalado una cuarentena de "casitas" con techo  corredizo y aptas para poner un telescopio fijo en su interior. Desde una de estas "casitas-observatorio" y aprovechando que la primavera es tiempo de galaxias, tres buenos amigos nos propusimos adentrarnos en los racimos de galaxias que conviven en la constelación de Virgo.

Localización de Spica en Virgo
Esta constelación zodiacal, visible desde el inicio de la primavera hasta principios de agosto, es una de las más grandes de la bóveda celeste nocturna, teniendo la particularidad de encontrarse muy cerca del polo norte de nuestra galaxia, la Vía Láctea, de ahí que nos presente un portal de excepción en el firmamento para poder admirar un gran número de galaxias lejanas.

Para localizar esta constelación, con muy pocas estrellas visibles a simple vista, únicamente hay que partir de la Osa Mayor, alargando su cola y siguiendo la curvatura en dirección sur a través del cielo, nos daremos cuenta que esta línea imaginaria pasa, en primer lugar, por una estrella brillantísima, de color rojizo, llamada Arturo, pero si insistimos en seguir alargando la línea, llegaremos a otra estrella brillante. Es Espiga, la estrella más luminosa de la constelación de Virgo. Es en esta constelación donde existe el mayor número de  galaxias más cercanas a la Tierra y dispone de miles de estos pequeños universos, la mayor parte de ellos muy débiles en cuanto a su luminosidad.

Constelación de Virgo.
La estrella inferior izda.
es Spica
Una vez plantado el telescopio dentro de la "casita" y con un cierto estrés positivo para poder realizar todo el trabajo observacional que teníamos previsto,  apuntamos el telescopio hacia el grupo de galaxias llamado "La Cara Humana", obteniendo una imagen de aquellas que queda grabada en el sistema neuronal de cada uno y que se recupera cuando se tiene la necesidad de “fer volar coloms” expresión catalana que significa “ dejar volar la imaginación”. En ningún otro lugar del cielo es posible observar tantas galaxias en un espacio tan pequeño.

 Así pues, en una sola mirada fue posible admirar más de siete galaxias de diferente estructura, brillo y tamaño. Los ojos de la "Cara" son dos galaxias elípticas y las más luminosas del grupo facial. La galaxia que hace la función de nariz es pequeña, con orientación norte-sur y la boca es un pequeño universo en forma de espiral visto de perfil.

El bonito par de galaxias de "Los Ojos"
Muy cerca de la "Cara Humana" y a su izquierda hay un par galáctico muy peculiar llamado "Los Ojos". El motivo de su nombre es evidente observando la imagen. La Historia de “Los Ojos" es de las más frecuentes en el mundo de las galaxias. Se trata de un paso muy cercano de una con la otra. Ahora las vemos separadas por unos 100.000 años-luz, pero en el pasado, estaban a tan sólo 16.000 años-luz de distancia, suficientemente cercanas  para que sus mareas gravitatorias modificaran sus estructuras, aunque con diferente suerte. La más masiva impuso su fuerza de gravedad a su vecina, llevándose la mayor parte del gas, polvo y estrellas, que salieron proyectadas en el momento del máximo caos, siendo esta captura, la nubosidad que le rodea y la sigue. La galaxia menos densa no recuperó toda la materia perdida aunque la mayor se llevó un buen botín. Allá “arriba” siempre prevalece la ley del más fuerte.

El más famoso racimo de galaxias
de todo el cielo, en Virgo
Durante toda la noche, las tres personas unidas por la astronomía, que estábamos bajo el cielo negro del Montsec  viendo el principio del infinito, pudimos recorrer todas las galaxias más visibles del racimo de Virgo, con una máquina del tiempo de tipo reflector, a la vez que nos rodeaban las músicas de Gustav Holst (Los Planetas), Vangelis (Cosmos), Mike Oldfield (Los sonidos distantes de la Tierra) y Giorgy Ligeti (Lux eterna). Una noche difícil de describir con palabras, para quien escribe estas líneas.


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