10 marzo 2012

La Luna no es más grande cuando está cerca del horizonte

¿Qué error astronómico ha realizado
el pintor de este paisaje?
Mirad detenidamente el paisaje que se incluye en este post. ¿Qué error astronómico ha hecho el pintor de esta imagen? En las exposiciones de pinturas, son frecuentes los paisajes con la media Luna dirigiendo hacia el Sol su lado recto o sus cuernos. La Luna recibe la luz del Sol y por esta razón la barriga lunar siempre debe mirar hacia la estrella más cercana a nosotros y por lo tanto, los cuernos deben estar orientados en sentido opuesto a nuestra estrella madre.

El espejismo de Ponzo
Expresiones como "Mira qué Luna más grande" o "Qué grande está la Luna hoy" son frecuentes entre la mayoría de las personas, al ver la Luna llena saliendo por el horizonte. Pero, aunque lo parezca, nuestro satélite natural no es mayor cerca del horizonte. Tampoco lo vemos más grande, nuestros ojos ven siempre la misma medida. Es nuestro cerebro el que interpreta que tiene un mayor tamaño cuando hace poco que ha salido por la línea del horizonte. Este fenómeno es conocido desde hace 
La uña de nuestro dedo equivale a
dos diámetros lunares
miles de años, aunque el error está muy extendido entre el público en general, por el  extraordinario realismo que aparenta, pero en realidad se trata de una "ilusión óptica", una impresión errónea de los datos ópticos, debido al propio sistema asociativo que utiliza nuestro cerebro en la interpretación de la imagen, mediante comparaciones con el entorno actual de esta imagen y en experiencias y objetos percibidos anteriormente. Así pues, la Luna nos parece más grande cerca del horizonte porque comparamos su tamaño con el pequeño espacio que la aleja del horizonte, pero cuando está en el cenit, la comparamos con su entorno y es entonces cuando podemos ver que hay una gran distancia angular hasta su horizonte y por tanto, un gran espacio vacío en el que la Luna parece perdida en el cielo.
 
Método sencillo para comparar
el diámetro de nuestro satélite.
Alentamos a los lectores de este post a probar experimentalmente que el diámetro de la Luna siempre es el mismo, esté donde esté en la bóveda del celeste. Un primer método casero es comparar el tamaño del disco lunar con la uña del dedo meñique de la mano. Si estiramos el brazo, la medida de la anchura de la uña es de dos diámetros lunares, así pues, la uña debe poder abarcar dos Lunas. Para el segundo método, es necesario disponer de una varilla de madera de 114 centímetros de longitud, en la que se han clavado dos clavos en uno de sus extremos, con 1 centímetro de separación y medir el diámetro lunar en el horizonte y cuando está mucho más alta. El método fotográfico es el definitivo: es necesario hacer dos fotografías de la Luna, una en su salida y la segunda en otra posición mucho más alta en el cielo, eso sí, en el mismo día y con el mismo objetivo y tiempo de exposición. Una vez impresas las imágenes veréis que los diámetros lunares de ambas fotografías son idénticos.
¡La imagen no engaña! Secuencia
de la elevación lunar.
 Crédito: APOD/Shay Stephens

Animamos a quienes lean estas líneas realicen todas las medidas y pruebas que sean necesarias hasta que se convenzan de que todo es una Ilusión óptica y que  corrijan este error astronómico, aunque la sensación de mayor amplitud lunar cerca del horizonte  sea real. Hace 1.900 años, el astrónomo egipcio Ptolomeo era ya consciente de que se trataba de una ilusión lunar. ¿Por qué no nos convencemos también nosotros? A la sabiduría por la astronomía.



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