14 agosto 2012

Una bailarina cósmica interpreta la danza del velo en la constelación del Cisne

Bailarina  que con su velo adopta la
forma de la Nebulosa del mismo
 nombre

La danza del velo se representó por primera vez en 1940 por una bailarina rusa llamada Ivanova y fue contratada por el rey Faruk de Egipto para dar clases a sus hijas. Más tarde, Ivanova enseñó este baile sensual a la que más tarde sería la gran bailarina y actriz egipcia Samia Gamal, en el que el velo lo utilizaba para cubrirse y descubrirse, enseñando y ocultando su belleza al mover los brazos. La utilización del velo representa todo aquello que está escondido, que no puede verse, que está vetado a los ojos ajenos. Como si de una bailarina de danza oriental se tratara, en una de las dos alas del Cisne celeste, de la constelación del mismo nombre, había, hace 10.000 años, una estrella que explotó de forma repentina. Antes del inicio de la historia humana escrita, una nueva luz apareció de golpe en la bóveda del cielo nocturno y se desvaneció totalmente en pocos meses, aunque es muy posible que esta luz provocara sombras en el suelo, durante más de una semana después de la explosión. Este estallido de luz provocó un brillo que rivalizaba con la Luna llena. Todo un espectáculo celeste que los pobladores del planeta azul, con toda seguridad no disfrutaron en toda su plenitud, al pensar  que el fin de su mundo había llegado.

Imagen de gran campo de la
Nebulosa del Velo, en el Cisne
Aquel astro explosivo era una estrella supermasiva que explosiono como supernova y esparció todo su material en forma de gas y polvo por el espacio, formando una especie de virutas que todavía hoy podemos ver en la llamada Nebulosa del  Velo, y que es el único vestigio que queda para indicarnos el antiguo lugar de descanso de una estrella que murió de forma violenta y que pretende esconderse entre los filamentos de forma circular que la envuelven, adoptando una  forma de velo, como si de una bailarina se tratara, que mediante sus velos no quisiera dejar ver su cuerpo en toda su elegancia y feminidad.

El complejo de la Nebulosa del  Velo está a 1.500 años-luz de nosotros y con un diámetro actual de 90 años-luz sigue expandiéndose a una velocidad media de unos 100 Km/segundo. El área completa que ocupa esta nubosidad es equivalente a seis Lunas llenas! Con esta medida tan grande, la Nebulosa del Velo es necesario observarla por partes y con aparatos ópticos de gran apertura, aunque es ideal fotografiarla con seguimiento y con largos tiempos de exposición. Los primeros jirones estelares gaseosos se pueden localizar cerca de la estrella  52 Cygni, una gigante visible a simple vista sobre cielos oscuros y con una luminosidad equivalente a 400 soles. Muy cerca de esta estrella, que forma parte del ala derecha del Cisne, se puede admirar una parte de la Nebulosa, llamada popularmente, por su peculiar forma, "La Escoba de la Bruja". La otra zona de la Nebulosa tiene una estructura filamentosa densa aún más compleja, presentando unas formas difíciles de olvidar, cuando son observadas en un cielo negro y sin contaminación lumínica.

"La Escoba de la Bruja" en el extremo
occidental de la Nebulosa del Velo.
Este tipo de nebulosas se forman cuando una estrella que supera el doble del tamaño de nuestro Sol, inicia su contracción hasta llegar a convertirse en un astro de gran densidad y es entonces cuando explota, provocando uno de los espectáculos más impresionantes del universo, enriqueciendo el espacio que la rodea con elementos pesados. El resultado es una nebulosa remanente de supernova, como es el caso de la Nebulosa del Velo.

Quien tenga posibilidad de ver con sus propios ojos, eso sí, por partes y con aparatos ópticos esta Nebulosa de la constelación del Cisne, sin duda que pensará en el arte y la sensualidad de la bailarina egipcia Samia Gamal y sus danzas en las películas en las que intervino, de forma atractiva y seductora, aunque los velos de Samia danzaron hasta el año 1994 y los de la Nebulosa celeste del Velo permanecerán visibles y en movimiento durante algunos miles de años más. A la sabiduría por la astronomía.

Tot Astronomia




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