08 noviembre 2012

El gato está triste y azul

Antigua constelación Felis (Gato)

Una constelación es un grupo de estrellas que toma una forma imaginaria en el cielo nocturno. Son usualmente nombradas en honor a caracteres mitológicos, gente, animales y objetos. Cada civilización ha inventado diferentes formas para los mismos grupos de estrellas brillantes. Esto es un juego de conectar puntitos en una hoja de papel. En el pasado, la creación de imágenes imaginarias de las estrellas fue útil para la navegación en la noche y para seguir el curso de las estaciones.

Constelación propuesta
con el nombre del
Apóstol Mateo
Tolomeo catalogó por primera vez 48 constelaciones pero aún quedaba mucho espacio vacío, y en los sucesivos siglos se fueron añadiendo dibujos en el cielo. Entre los siglos XVI y XVII se incluyeron 10 nuevas constelaciones a la lista de Tolomeo. No obstante, las 58 constelaciones que había hasta la fecha pertenecían todas al cielo boreal, pero no había ninguna catalogada en el cielo austral. En 1603 se incluyeron 12 nuevos grupos de estrellas pertenecientes al cielo austral, que fueron observadas y estudiadas en un viaje por los mares del Sur realizado ex profeso para la ocasión.

En el año 1922, la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional aprobó la lista de las 88 constelaciones que hay actualmente. No cabe duda que se trata de un catálogo totalmente europeizado, ya que no se han tenido en cuenta las constelaciones creadas en otras culturas, sino que se basa en los registros griegos y europeos.

 A Orión querían llamarla
Napoleón 
En los siglos XVII y XVIII se crearon otras constelaciones que no han llegado a formar parte de las oficiales. Es destacable, que en los círculos eclesiásticos intentaron cambiar los nombres de las divinidades paganas por otros cristianos. Por ejemplo, el Sol pasaría a llamarse Jesucristo, la Luna seria la Virgen María, Aries se llamaría Apóstol Pedro, Piscis sería el Apóstol Mateo, Venus se llamaría Juan el Bautista, etc. Los astrónomos, por supuesto, se opusieron firmemente  a esta reforma, y más que ellos los propios religiosos, que preveían un lenguaje impío en la jerga astronómica, cuando alguien dijera, por ejemplo que “Jesucristo ha sido eclipsado por la Virgen María”. También la política intento entrometerse en este campo, y así en 1808 unos eruditos alemanes propusieron renombrar la constelación de Orión como Napoleón. Pero incluso los astrónomos franceses lo vieron como algo fuera de lugar.
Constelación del Gato cerca de Hidra

Entre toda esta maraña de nombres y constelaciones destaco una por su relación con los gatos. En 1798, el astrónomo francés Joseph Lalande dio nombre a la constelación Felis ( el gato en latín), situada en los cielos del hemisferio austral. Lalande era un gran amante de los felinos y por ello pensó en inmortalizar un gato en el cielo. Felis apareció en algunos de los atlas estelares de la época pero fue eliminada en 1922 por la Asamblea General de Astrónomos, junto con otras 26 constelaciones. El Gato contenía estrellas de las constelaciones de Brújula, Hidra y Máquina Neumática. Por otras muchas contribuciones  a la ciencia astronómica,  la 5ª estrella más cercana a nosotros y un cráter lunar se bautizaron con el nombre de Lalande.
Felis el gato, tuvo que salir
por piernas


De todas formas, los aficionados a los felinos seguimos contando con tres miembros de la familia felina en los cielos: el León, el Lince y el León Menor, aunque alguno eche en falta el pequeño gato doméstico entre las estrellas. A la sabiduría por la astronomía.




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3 comentarios:

  1. Me gustaría mucho que la constelación aún estuviese vigente, soy amante de los gatos

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  2. Me gustaría mucho que la constelación aún estuviese vigente, soy amante de los gatos

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