01 noviembre 2012

Pensamiento en Todos los Santos

Cazadores del primer planeta hallado
fuera de nuestro Sistema Solar

¿Qué en qué estoy pensando? Pues que hace ya unos años estuve hablando con el que hoy es un prolífico descubridor de planetas extrasolares. Me contaba que en las primeras etapas de su trayectoria astronómica se obsesiono por los descubrimientos de estos mundos, más allá de nuestro Sistema Solar, por lo que pasaba largos periodos de tiempo fuera de su residencia habitual. Esta atracción fatal por los exoplanetas le costó su matrimonio. Esta historia me alertó de que la afición por la astronomía no entorpeciera mis otras “vidas terrenales” y de alguna forma siempre tengo presente que la atracción por las aficiones no acabe en un deseo que consuma los pensamientos y comportamientos, es decir, en una adicción.

Supervisar los contenidos y el tiempo
de utilización, entre los más jóvenes
es necesario
He leído recientemente que un 70% de los teléfonos móviles no se apaga nunca. Cada vez hay más personas que lo tienen junto a su cama y lo primero que hacen al levantarse, y antes de hacer un pipí (perdón por la cursilería) o ducharse, es consultar su correo.

Creo que no hay que vivir interesados por lo que nos devuelve el móvil o la tablet, de esa vida “off” paralela a la real y quizás construida sobre su avatar, que se ha olvidado de atender su vida “on”, aquella en la que están sus colegas, su pareja, sus amigos o sus hijos.

Si estamos ante los síntomas siguientes, es necesario un control de nuestra actividad en las redes:

- Necesidad de incrementar las cantidades de tiempo conectado a Internet para lograr la satisfacción.
- Disminución de la satisfacción con el uso continuado de similares tiempos de conexión.
- Las actividades sociales, profesionales o de recreo disminuyen o desaparecen a causa del uso de Internet.
- Síntomas que aparecen después de unos días y hasta un mes después de haberse producido una reducción del tiempo de exposición:

      - Agitación psicomotriz.
      - Ansiedad.
      - Fantasías o sueños acerca de Internet.
      - Movimientos voluntarios o involuntarios similares a los que se efectúan sobre un      teclado   

Engancharse a internet, o redes
sociales no favorece la salud mental
Ante estos síntomas el tratamiento, bien puede ser, en primer lugar el reconocimiento por parte del afectado de su dependencia, y estar verdaderamente motivado que lo más importante es lo más importante en la vida.

Se, por experiencia propia, que Internet ofrece una inagotable fuente de entretenimiento, ya sea en el sentido más estricto del término, o bien satisfaciendo la curiosidad de sus usuarios. Sin embargo ello no es suficiente para mantener conectada a una persona durante prolongados períodos de tiempo. La mayor parte reconoce que escribiendo o tecleando se expresan mucho mejor que con la comunicación persona a persona, a ello hay que añadir la ventaja de poder crear un personaje a la propia medida y convertirse en el yo ideal de uno mismo.

Las redes sociales deben utilizarse
con moderación y sin dependencia.
Estoy convencido (no lo estoy en otros muchos aspectos y  con toda la modestia) que la socialización con las personas de la vida real, no solo es necesaria, sino que es imprescindible para que tengamos una buena salud mental e incluso física.

Todo esto lo pienso un día de Todos los Santos, después de visitar el cementerio tal como se merecen los que allí están, y supongo que hoy mi cerebro está más predispuesto a plantearse preguntas que pivotan sobre  la necesidad de que el contacto cercano con la familia más próxima y amigos nos puede hacer mas humanos. Quizás mañana no piense así, pero hoy si.

Tot Astronomia

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