15 enero 2013

Los gemelos de la reina de Esparta están en el cielo

Sistema séxtuple de Cástor

No sé muy bien si los gemelos de la constelación del mismo nombre son los llamados "idénticos", es decir, formados por la división de un embrión antes de implantarse en el útero o los que llaman " fraternos " por formarse con la liberación de dos óvulos fecundados, cada uno de ellos, por un espermatozoide. El caso es que, según la mitología griega, los gemelos Cástor y Pólux, nacidos de la bonita Leda, reina de Esparta, están representados en el cielo, cogidos de la mano, en forma de estrellas.


Constelación de los Gemelos
A mitad de febrero, en los cielos boreales, sobre las diez de la noche, la constelación de los Gemelos (Géminis) está cerca del cenit (sobre nuestras cabezas en dirección sur) y es fácil de verla por estar formada por estrellas chisporroteantes. 




Representación de los
Gemelos mitológicos.
La estrella con más brillo es Pólux, de color anaranjado y unos 34 años luz de nosotros, una treintena de veces más luminosa que nuestro Sol y con un planeta extrasolar, aunque resulta más interesante la observación de Cástor, por ser un sistema estelar doble, en el que las dos estrellas orbitan en un período de 445 años. Cada una de las dos estrellas anteriores es a la vez doble, pero aún hay dos más en el sistema, por lo que resulta ser un sistema séxtuple, unido por la gravedad del conjunto. A los pies del gemelo Pólux hay una gigantesca estrella llamada Alhana, 145 veces más luminosa que nuestra estrella madre, y a 104 años luz de la Tierra.



Géminis con sus estrellas principales
Las estrellas de esta constelación participaron en un hecho histórico.  El astrónomo alemán Herschel descubrió el planeta Urano en 1781, buscando entre las estrellas de los Gemelos, aunque cabe decir, que cuando vio que aquel astro, que no estaba en las cartas estelares de la época, aumentaba su diámetro al verlo con un telescopio de mayor potencia, pensó que seguramente sería un cometa acercándose al Sol, aunque más tarde, el astrónomo real de Greenwich se dio cuenta que aquel astro era en realidad un nuevo planeta.


El racimo estelar abierto M 35
En los pies de los Gemelos hay un racimo estelar espectacular de estrellas. Este conglomerado  abierto, casi en la frontera con la constelación de Tauro, es posible detectarlo con unos prismáticos, aunque para poder verlo con toda su plenitud haría falta  un telescopio de mediana potencia, con el que podríamos contabilizar unas 300 estrellas. Este racimo estelar recibe el nombre de catálogo M35 y lo vemos tal como era cuando en la Península Ibérica los fenicios fundaron Málaka, la actual Málaga. Otro de los eventos que cada año nos envían los Gemelos celestiales es la lluvia de estrellas fugaces llamada de las Gemínidas. Una lluvia de meteoritos que entran en la atmósfera terrestre entre el 6 y el 19 de diciembre.


Nebulosa Planetaria del Esquimal.
Crédito: Hubble
Un buen objeto para telescopios medianos en esta constelación es la colorida Nebulosa Planetaria del Esquimal. Una estrella moribunda  a unos 4.000 años-luz de nosotros, que despoja toda su envoltura al espacio y que ha formado una fotogénica capucha como las de los esquimales. El nombre de planetaria proviene  que antiguamente, al observarse las estrellas con pequeños telescopios ópticos, se parecían a planetas gigantes del Sistema Solar.


Podéis localizar esta constelación en el cielo nocturno estas  próximas noches, contemplar las dos estrellas más importantes y pensar que una de ellas tiene un planeta extrasolar descubierto, aunque seguramente tendrá más. Entonces, vuestro sistema neuronal estará ya preparado para ir  ………….al infinito. A la sabiduría por la astronomía.


Tot Astronomia



















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