Constelación de Gemini |
Los que nos dedicamos a mirar el cielo nocturno sabemos que todo es posible con ilusión esfuerzo y
paciencia. Este pasado fin de
semana pudimos observar la constelación de Los Gemelos
(Gemini) y gozar de los objetos que teníamos en nuestro Plan de Observación.
Esta vez hemos sacado la lengua al pesimista y sarcástico Edward Aloysius Murphy.
Localización de estrellas y cúmulos en Gemini. |
Nos iniciamos con Castor, la más brillante de la constelación, una doble
esplendida separada tan solo por 4,6” de arco. Seguimos con Delta geminorum, que dada la
descompensación de sus magnitudes (3,5/8,2)
es difícil de ver pero que resulta un buen desafío observacional. La doble
estrella Zeta geminorum apetece verla por su brillantez, buena separación (94”) y por saber que su rotación
se realiza en solo 10 días. Las Nu geminorum, 20 geminorum y 38 geminorum son las últimas que vimos, todas ellas muy
recomendables por su separación y
contraste cromático.
Estrella Castor al telescopio. |
Después de tener las pupilas dilatadas como platos, pasamos a los racimos
abiertos, es decir a los grupos de estrellas
jóvenes, masivas y calientes. El primero en apuntar con el tubo del
telescopio fue el racimo denominado Messier 35, brillante, rico, equilibrado,
el más esplendido de la constelación y en el que pudimos contar más de 100
estrellas. Los racimos con numero de
catalogo NGC 2129 y 2331 fueron más bien decepcionantes, por su escaso número
de estrellas, baja luminosidad y pequeñez.
Sistema sextuple de Castor |
Llevábamos más de hora y media de
observación cuando hicimos un pequeño descanso y pasamos a deleitarnos con los
corales litúrgicos, tambores nativos y guitarras españolas de la preciosa
melodía compuesta por Ennio Morricone “On
Earth As It Is In Heavens” de la película La Misión. Los 6 minutos musicales en
un espacio cerrado, viendo las estrellas por la apertura del Observatorio y
rodeados por una luz rojiza, nos supieron a gloria y nos introdujeron al objeto más sublime de la noche: La Nebulosa
del Esquimal.
Racimo abierto Messier 35 |
Este objeto es una nebulosa planetaria a más de 3.000 años luz de nosotros,
con una envoltura brillante en expansión, expulsada por la estrella gigante
roja existente en su parte central y que pasa los últimos momentos de su vida.
Su curiosa apariencia, con reborde peludo, recuerda la capucha de un esquimal o
inuit.
Nebulosa del Esquimal vista con telescópio Meade LX 200 de 16" |
Pusimos un ocular que daba 125 aumentos, dimos órdenes al robot óptico, y allí estaba, en el centro del
ocular; Un núcleo brillante envuelto entre algodones oscuros. Aunque nos
hubiera gustado ver la estrella central de la Nebulosa, nos dimos cuenta que no
era ni será posible, con la contaminación lumínica aguda que padecemos. Estuvimos más de media hora con esta Nebulosa,
con un tamaño de 48” de arco y magnitud de 10,1, comprobando como podríamos
sacar su máximo rendimiento al telescopio, oculares y filtros.
Nebulosa del Esquimal al telescopio mediano |
Después de tres horas encerrados en nuestra Catedral del Cielo, estábamos
contentos por haber cumplido nuestro Programa Observacional en Gemini, aunque nuestra mayor ilusión es
seguir teniendo ilusiones. A la sabiduría por la astronomía.
Tot Astronomia
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