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Rana en la fachada de la
Universidad de Salamanca |
No sabemos si el judío Abraham Zacut, catedrático de la Universidad de
Salamanca/España pudo distinguir la rana que hay sobre una de las calaveras que
decoran la fachada del edificio de esta universidad y que según la leyenda, el
estudiante que no logra verla, suspende el curso. Este astrónomo y matemático
salmantino realizó, a finales del siglo XV, un almanaque astronómico perpetuo,
de gran importancia y repercusión en el progreso de la navegación española.
Este almanaque astronómico servía para predecir eclipses de Luna, ya que
después de 18 años y 10 o 11 días, la
Luna y la
Tierra vuelven a la misma posición en sus órbitas y, por
tanto, los eclipses se repiten.
Un ejemplar de este almanaque perpetuo lo llevaba Cristóbal Colón a bordo de su
carabela, cuando el año 1502, con 51 años de edad inició su cuarta expedición a las indias, con
su hermano y su hijo. Después de 50 días de navegación llegaron a Santo Domingo y desde allí recorrieron,
por primera vez, toda la costa de América Central a fin de poder encontrar un
paso hacia el otro lado, pero esto no fue posible y con las naves en muy mal estado
y pocas provisiones, Colón decidió detener su investigación. Un año más tarde
la mala suerte seguía acompañando a Colon y las dos carabelas que le quedaban
encallaron en la playa de Santa Gloria, en la isla de Jamaica.
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Tabla Astronomica del
Almanaque Perpetuo de
A. Zacut |
El estado de los cascos era penoso y su reparación
imposible, así pues, él y un centenar de hombres quedaron abandonados a su
suerte en esta isla del Caribe, logrando sobrevivir mediante un sistema de
trueques con los nativos a fin de disponer de provisiones. En estas circunstancias,
el capitán de Colón y su ayudante, junto con otros ocho remeros, se fueron con
una canoa a buscar nuevas naves en La Española. Los
meses pasaban y ni las noticias ni los barcos llegaban. La desesperación se apoderó de toda
la tripulación, hasta que a primeros de enero de 1.504, los marineros que
estaban con Colon se amotinaron y los indios, intentado hacer su agosto, aunque
estaban a principios de año, aprovecharon este desbarajuste, negándose a
continuar el suministro de víveres a cambio de baratijas.
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Situación de nuestro satélite en un
eclipse total de Luna |
Colón estaba entre la
espada y la pared y se preguntó, cómo era posible salvar esa grave situación?
Pero él sabía que la información era poder y la ignorancia, la madre de los
miedos, por lo que, se acordó de que llevaba el Almanaque Astronómico de
Abraham Zacut, consultandolo y comprobando que en el plazo de tres días, el 29
de febrero de 1.504, se produciría un eclipse total de Luna. El Almirante sacó
jugo a la predicción astronómica y amenazó a los nativos que pediría a su Dios
que los castigase, privándoles de la luz lunar. La tarde anunciada del eclipse,
cientos de indígenas se reunieron delante de los barcos y cuando salió la Luna llena del horizonte, ya
estaba parcialmente oscurecida y el pánico se apoderó de los nativos al verla
menguar aún más. Sin hacerse esperar los indios rogaron al Almirante que la
hiciera volver y Colón les exigió a cambio, que continuaran el suministro de
víveres a su tripulación. Seguro que aquellos nativos habían visto otros
eclipses totales de Luna, pero en este caso, se vieron sorprendidos por el
supuesto poder divino de Colón.
La odisea de los españoles en Jamaica se alargó hasta finales de junio, cuando
por fin fueron rescatados por un barco nuevo y el 12 de septiembre de 1.504, el
Almirante puso rumbo hacia España, tocando el puerto de Sanlúcar, el 26 de
noviembre.
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Secuencia de un eclipse total de
Luna |
Los eclipses de Luna ocurren cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, es decir, cuando la Luna entra en la zona de
sombra de nuestro planeta azul. Esto sólo se produce en Luna llena. El eclipse
que asustó a los indios americanos en 1504 fue de los llamados totales, produciéndose
cuando la Luna
penetra totalmente en el cono de sombra y por lo tanto, es el más espectacular.
Los próximos dos eclipses totales de Luna, ocurrirán el 15 de abril y 8 de
octubre de 2014, aunque no es necesario que os asustéis, tengáis malos
presagios, trastornos transitorios, fobias, etc. Es un evento astronómico
espectacular que ocurre cada año y sin ningún riesgo para los humanos. Hoy,
Colón no engañaría a nadie…. ¿o si? A la sabiduría por la astronomía.
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