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Entrada de meteoros Perseidas en la
atmósfera terrestre |
Unos les llaman Lágrimas de San Lorenzo, otros,
estrellas fugaces de verano y unos pocos,
lluvia de las Perseidas. Pero en realidad no son ni lágrimas ni son estrellas
ni tampoco son una lluvia. Son meteoros provocados por la entrada en nuestra
atmósfera de partículas pequeñas como granos de arena o arroz, dejados por los pasos del cometa Swift-Tuttle, de 9,7 km de diámetro. Al entrar
en nuestra atmósfera, la fricción las calienta hasta vaporizarlas,
desprendiendo un brillo intenso durante su recorrido. Estas partículas viajan
paralelas, pero por efecto de la perspectiva parecen converger en la distancia,
concretamente en la constelación de Perseo (tal como vemos los rieles de un
tren desde lejos).
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Perseidas 2010 con gran
angular y 6 horas de exposición.
El telón de fondo estrellado
incluye la Vía Láctea, la Galaxia
de Andrómeda y el Doble
Cúmulo de Perseo |
Lo de las Lágrimas de San Lorenzo viene por ser el
día 10 de agosto la festividad de este Santo, (muy próximo a la visita de estos
meteoros) que por cierto, fue uno de los primeros archiveros y tesoreros de la Iglesia Católica.
Nació en Huesca/España y murió en Roma, quemado vivo en una parrilla (de ahí las
lágrimas), durante la persecución de los cristianos por el emperador Valeriano
I, en el siglo III de nuestra era.
Los amantes de las Perseidas podéis elegir un lugar
con cielo oscuro (no habrá Luna), tumbaros en el suelo sobre una manta o
descansar sobre una silla abatible, durante las noches y madrugadas del 11 al
12 y del 12 al 13 de agosto, y con la panza hacia el cielo, colocarse en
dirección sur (cabeza) - norte (pies) y mirar atentamente hacia el cenit y
alrededores. Si no hay nubes, podréis ver 50, 100, 150 o más, dependiendo de
vuestra pericia visual y horas de observación. Si estamos en grupo, es una
actividad lúdico-astronómica muy interesante para comprobar quien contabiliza más
meteoros en el mismo periodo de observación.
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No es una lluvia, pero si meteoros
provocados por la entrada de
pequeñas partículas dejadas por
un cometa |
Por tanto, para ver estos meteoros de agosto solo
necesitaremos nuestros propios ojos, aunque antes de la observación es
necesario estar entre 15 y 20 minutos en oscuridad total, a fin de dilatar al máximo
nuestras pupilas y aumentar nuestra agudeza visual.
Los primeros registros de las Perseidas ya se
encontraron en las crónicas chinas, hace unos 2.000 años, aunque el origen de
los meteoros no fue demostrado hasta finales de 1835, cuando un astrónomo belga
comprobó su entrada cíclica en la atmósfera terrestre.
A quienes les guste la magia de los meteoros, pueden
pedir un deseo al ver alguno de gran brillantez y con punta de flecha, aunque
para que se cumpla habremos de poner mucho empeño, ilusión y esfuerzo. La
evolución de la ciencia ha de suponer la muerte de las supersticiones. Que
tengáis muy buena observación.
Tot Astronomia