Versión actualizada en 2014 del Campo Ultraprofundo del Hubble. NASA/ESA |
Vamos a contaros un secreto. Os pedimos que no lo contéis a nadie. Son
cosas personales y no nos gustaría que nuestras intimidades se divulgaran,
porque no aportarían nada a nadie y lo que es peor, en caso de que alguien
quisiera aplicarse nuestro secreto, seguramente lo encontraría una pérdida de tiempo.
El caso es que disponemos de un retrato soberbio, que realizó un amigo con
ojos de lince. Nosotros le llamamos familiarmente Hub y tuvo más paciencia que el bueno de Job. Hub abrió los ojos sin pestañear durante
muchos días, dirigiendo su mirada hacia las profundidades del Universo y pudo
captar en su sistema neuronal un retrato a todo color de miles de galaxias,
algunas de ellas tan lejanas que las vemos tal como eran cuando el Cosmos
apenas tenía 450 millones de años.
El retrato, compuesto en 2014, que tenemos guardado en una carpeta, junto a
nuestro escritorio, en la galería de imágenes del móvil y en el disco duro del
ordenador, refleja una pequeña porción del espacio en la constelación de Fornax
(el Horno). Cuando queremos evadirnos de
los problemas terrenales, abrimos la carpeta, ponemos la imagen delante de la
vista, y durante unos minutos la contemplamos, como si fuéramos en el interior de una nave que avanza
a toda marcha hacia lo desconocido. Llega un momento en que existe una comunión
entre la imagen con puntos borrosos y nuestro cerebro. Es entonces cuando
empiezan a aparecer magnificas galaxias espirales, de forma similar a la Vía Láctea
y su vecina Andrómeda, siguen apareciendo grandes galaxias rojas, restos de
colisiones entre galaxias que están en la etapa final de su vida y en la que la
formación de nuevas estrellas ha cesado.
Pensamos que el Universo conocido
tiene 13.700 millones de años y que la imagen que tenemos ante nuestros ojos
revela galaxias de hace 13.200 millones de años. La mayoría de las galaxias del
retrato se muestran como cuando eran jóvenes, pequeñas y en crecimiento, a
menudo de forma violenta, ya que chocaron y se fusionaron entre ellas.
La fotografía que tenemos escondida y que nos facilito nuestro buen amigo
Hub supone un túnel en el tiempo hacia un pasado lejano, cuando el Universo
tenía solo una fracción de su edad actual.
Después de mirar, ver, admirar, pensar en el retrato y en su significado, siempre
salimos de nuestro pequeño letargo,
fortalecidos, con ilusiones renovadas, sabiendo que estamos y somos parte de este
Universo y un alto nivel de conectividad nos conduce a solaparnos con las
actividades y eventos que suceden a nuestro alrededor, y eso es precisamente lo
que somos, sólo por estar en este mundo y estar vivos.
Tot Astronomia
1 comentarios:
Es bellamente emocionante, y el éxtasis se acrecenta conforme uno se hunde en las lejanas maravillas que gracias a la ciencia nuestros débiles y humanos ojos pueden contemplar. Sus palabras me conmueven, yo también me siento feliz de estar viva al ver esta imagen!!
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