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Racimo de Hércules (superior derecha),
galaxia espiral junto al racimo y estrella
Eta Hérculis (inferior izda.).
Rogelio Bernal |
¡Cuánto nos gusta el racimo compacto de Hércules (mag +5,8)! A veces
también nos gusta el de Sagitario (mag +5,1) y el de los Perros de Caza (mag
+6,2), pero quizá nos deleitamos más con el de Hércules, ya que viendo sus patas de araña nos quedamos ensimismados
largo tiempo. Cuando vayamos al
hemisferio sur quizá cambiaremos de opinión viendo el de Omega Centauri (mag +3,7), pero eso hoy por hoy, no nos es posible.
No son buenos tiempos para Hércules, ya que se esconde por el horizonte
noroeste a las 17:30 horas (TU), y desde el hemisferio norte aún luce una
claridad diurna que lo hace invisible.
El racimo de Hércules está a 22.800 años luz, es el hogar de unas 500.000 estrellas y la
densidad estelar en su centro es unas 500 veces superior a la que tenemos
desde la Tierra, por lo que un planeta orbitando una de esas estrellas
disfrutaría de un cielo rebosante de puntitos blancos, amarillos, azules y
rojos. ¿Os imagináis eso?
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Racimo esférico de Hércules al
telescopio. Martin Pugh |
Junto el racimo de Hércules, y observando la imagen que presentamos al inicio, puede
verse una diminuta galaxia espiral (mag +12,1) que está a 30 millones de años
luz de nosotros y en la que el año 2004
pudo detectarse una supernova. En la
parte inferior izquierda de la imagen se halla la estrella gigante amarilla
llamada Eta Hérculis, que con una magnitud aparente de +3,49 puede verse sin
dificultad a simple vista. Esta estrella tiene una compañera óptica muy
próxima, por lo que no forman un mismo sistema físico, es decir no giran
alrededor de un mismo centro de masas.
Para poder ver al gran racimo esférico de Hércules solo necesitaremos unos
prismáticos, cielos serenos y luna ausente, aunque únicamente lograremos
detectar una manchita algodonosa y redondeada.
Para poder escudriñar sus bordes y poder independizar algunas estrellas
de su interior son necesarios telescopios refractores o reflectores a partir de
10 cm de diámetro.
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Mensaje enviado al gran racimo
compacto de Hércules |
En 1.974 desde el Observatorio de Arecibo (Puerto Rico) se envió un mensaje
en forma de ondas de radio hacia algún planeta habitado de alguna estrella de este
racimo estelar. La potencia de salida de la emisión fue de 3 billones de vatios
y este mensaje lo formaban más de mil bits de información (unos y ceros). Ahora
este mensaje lleva 40 años recorridos. Le falta recorrer 22.800-40=22.760
años para llegar al racimo. En caso de que alguien nos conteste, tendremos que
esperar otros 22. 800 años para que nos llegue la señal. En total tendremos que
esperar 22.800+22.760=45.560 años para que esta señal nos llegue.
Pero para entonces, es decir para el año 47.774 de nuestra era ¿habrá
alguien en nuestro planeta para escuchar la repuesta interestelar? Mucho nos
tememos que no. ¿Y por qué no? podréis preguntaros. Pues porque para entonces,
tenemos muchas probabilidades de que la lava volcánica terrestre, los rayos gamma, la caída de una gran piedra
cósmica u otros desastres globales humanos hayan acabado con nuestra especie………
y únicamente queden en vida pequeñas cucarachas y hormigas, que más adelante y
si las condiciones les son favorables, evolucionen hacia estados con herencia cultural y se vuelvan inteligentes.
Y la vida en la Tierra volverá a empezar, aunque de la señal recibida de
Hércules………. ¿pero qué señal?
Tot Astronomia