Supernova captada en la galaxia M 66 el pasdo 29 de mayo de 2016 |
Leo es, junto a Tauro, una de las constelaciones más
brillantes del Zodiaco. Aparece por el este a continuación de Cáncer, y precede
a Virgo.
Son varias las decenas de objetos de Cielo Profundo,
principalmente galaxias, presentes en
esa constelación, debido a su proximidad con las constelaciones de Coma
Berenice y Virgo, verdaderos “nidos” de este tipo de universos-isla. El
Triplete de Leo, también llamado Grupo de M66, es un pequeño grupo de galaxias
a unos 36 millones de años luz en la constelación de Leo y está formado por las
galaxias espirales M65, M66 y NGC 3628.
Posición aparente de M 66 en la constelación de Leo. |
Es precisamente en la galaxia M66 donde el pasado 28 de mayo
de 2016 apareció una supernova, es decir la explosión de una vieja estrella produciendo destellos de luz intensísimos que
pueden durar desde varias semanas a varios meses. Se caracterizan por un rápido
aumento de la intensidad luminosa hasta alcanzar una magnitud absoluta mayor
que el resto de la galaxia. Posteriormente su brillo decrece de forma más o
menos suave hasta desaparecer completamente.
Triplete galáctico de Leo. La superior es la NGC 3628, la inferior derecha es la M 65 y a su izquierda M 66. |
La explosión de esta supernova provoca la expulsión de las
capas externas de la estrella por medio de poderosas ondas de choque,
enriqueciendo el espacio que la rodea con elementos pesados. Los restos
eventualmente componen nubes de polvo y gas. Cuando el frente de onda de la
explosión alcanza otras nubes de gas y polvo cercanas, las comprime y puede
desencadenar la formación de nuevas nebulosas solares que originan, después de
cierto tiempo, nuevos sistemas estelares (quizá con planetas, al estar las
nebulosas enriquecidas con los elementos procedentes de la explosión).
Imagen de la galaxia M 66 anterior a la aparición de la supernova. |
Tanto la galaxia M 65 como la M 66 fueron descubiertas por Charles
Messier, formando una de las parejas más bellas de la zona, disponiendo de unas
magnitudes visuales de 9,3 y 9,0, respectivamente.
Al saber de la supernova, quisimos comprobar en que magnitud
relativa se descubrió y confirmamos que se trataba de 16,7, por lo desistimos
de observarla con nuestro telescopio de 200 milímetros de apertura desde cielos
medianamente contaminados lumínicamente.
El cadáver estelar que supone la supernova SN2016cok, que así se llama el
cataclismo de esta estrella en la galaxia M66 de Leo, hace 36 millones de años
que murió. Desde entonces su luz ha estado viajando por el espacio hasta que el
pasado día 28 llego hasta nosotros.
Ahora comprobaremos durante cuantos días se
podrá observar esta explosión estelar desde nuestro planeta azul con telescopios medianos y desde
cielos no contaminados.
Tot Astronomia
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